Domingo 1

Un domingo cualquiera. Aburrido. Hasta donde vamos. Tenemos lluvias prematuras en la ciudad, y los papalotes ya no volaron. Pero igual y sí los hacemos, para aprovecharlos otro día mas soleado. Además, me siento niño de nuevo haciendo papalotes con papel de china, palitos, y resistol, del blanco.

Igual estamos armando muñequitos de esos que recorta uno del papel y los pega en un cubo o algo similar. Igual se hacen los papalotes.

Y la música, como siempre, está sonando. Afuera pasan los coches en el pavimento mojado, y no hablamos, porque los otros dos están concentrados en sus manualidades.

Sábado D.F.

Recordando al maestro Chava Flores, comenzamos.

Normalmente la Ciudad de México es considerada caótica, sucia, ruidosa y demás. Pregúntenle a cualquier persona que venga de a pie a visitar. Hay que saberse muchas mañas ara poder disfrutarla del todo. Hay que saberse el metro, y las avenidas principales. Porque además, es monstuosamente grande.

Y un sábado cualquiera, con el cielo gris y espeso, cerca de las 5 pm, con una cruda de aquellas, porque el Jack Daniel's debe tomarse en cantidades menores a 1 L por noche... con una prácticamente desconocida al volante, uno voltea desde el segundo piso del periférico, y observa la ciudad a media bruma, con algunas luces ya encendiéndose porque está oscuro, y se da cuenta de lo bella que es.

Hay miles, si no millones de alternativas para disfrutar de ésta ciudad. Salgan a la calle y caminen, platiquen con la gente, vayan a un bar, a un concierto, a un festival, al bosque (tenemos varios bosques que crecen como oasis dentro de la ciudad), vean las luces, y disfrútenla.